Paisaje que fue indistrial y un tanto sórdido, y que ahora es devorado por el tiempo, por la vegetación. Pinchando en la fotografía del sótano se accede a un pequeño vídeo de ese lugar. Al contrario de lo que pueda parecer, estos lugares son ricos en vegetación autóctona, si bien es en parte ruderal. También permiten libertad a las personas, tan evidentemente cohartada ahora que la administración pública pretende tener el control total de la realidad. Corresponde a un momento de la historia de Europa que puede verse reflejado en películas como Quadrophenia, Get Carter, Stalker, El pico... Fue el momento de mayor influencia del ser humano en la naturaleza, y el de abandono de la cultura agrícola en favor de la urbana. También fue el comienzo de la decadencia industrial de Europa, que llevó aparejado el ambientalismo hipócrita, ahora religión de estado, del que se reía Hitchcock en su londinense Frenzy.
Imagino que se erradicó la vegetación que había pero no se introdujo nueva porque el espacio estuvo dedicado a la industria. Si se hubiese dedicado a viviendas o al ocio seguramente habríamos encontrado especies vegetales exóticas.
Todo estaba cultivado, pero el secreto de la rápida recolonización de lo autóctono está en los linderos de las huertas, que mantuvieron las especies originales. Lo feo resultó lo conveniente, y lo bonito resultó lo yermo. Y sí que hay multitud de exotismos.